domingo, 24 de abril de 2016

Un regalo inesperado.

 Ayer fue mi cumpleaños número 26 y vinieron todos mis familiares y amigos a mi departamento. Como yo esperaba, todos me regalaron ropa y chucherías, excepto mi amiga Mali, que me regaló algo que jamás hubiera esperado: un Osuok.

 Un Osuok es un animal muy parecido a un oso pardo bebé, solo que este último no tiene manchas y el Osuok sí. También tiene bigotes, piernas fuertes como las de un kanguro y ojos dulces a los que no les puedes decir que no. Además, Tiene garras muy filosas para desgarar la garganta de sus atacantes y la costumbre de aferrarse a un objeto o persona como un koala. Generalmente, comen frutas y semillas.

 Cuando terminó la fiesta, me quedé sola con el animal, que estaba abrazado a los barrotes de su jaula como si su vida dependiera de ello. Me acerqué tratando de no hacer ningún movimiento que lo asustara, y, le abrí el cerrojo de su jaula. Para mi sorpresa, él salió disparado a abrazarse a mi pierna, lo que me dejó más que sorprendida.

 Un año más tarde, yo ya había creado una buena relación con mi Osuok, pero como saben, las cosas buenas no duran para siempre. En mi cumpleaños,los policías vinieron a llevarse al animal a una reserva natural para "estudiarlo".

 Allí lo tratan bien y me dejan visitarlo cada mes,pero sigo triste porque parece que todo lo bueno que me pasa, desaparece.