- ¿Usted sabe lo que ha
pasado con las rosas de Tsu-Ling?
- No- Respondí
sinceramente
- Alguien ha puesto sal
en sus rosas, y el primer sospechoso que tengo es usted.
- Odio a Tsu-Ling, pero
jamás le haría daño a ninguna rosa.
Cuando Feng se fue de mi jardín , eché una
mirada a las rosas de Tsu-Ling y me fui a dormir.
Al día siguiente, Feng estaba cavando entre la
rosas de Tsu-Ling, quien estaba calmado, así que decidí no meterme.
Pasaron días y días, y mientras regaba mis
rosas, veía que las de Tsu-Ling tenían enredadera y
maleza alrededor. Además, el jardinero no había salido a ningún lugar más que a
su jardín.
A principios de la primavera, el sabio Feng
vino a visitarme y le informé que Tsu-Ling había muerto a causa de un pinchazo
de una rosa. También me preguntó si yo había tocado alguna de sus flores y yo
respondí con un rotundo no, jamás me atrevería a tocar una de sus rosas, su belleza me confunde. Luego,
el sabio Feng me preguntó:
-¿Usted
conoció a su esposa, no es cierto?
-Si –
respondí con un suspiro- Yo la amaba y ella a mí, pero sus padres y los de
Tsu-Ling hicieron un acuerdo para que ellos se casaran, ella se opuso, pero no
les inportó a sus padres, tres años después, ella y Tsu-Ling se casaron-
- Tsu-Ling sabía que a su esposa le gustaba
usted entonces él mismo la mató y la enterró donde ahora crecen las hermosas
rosas rojas, rojas como la sangre de su
esposay tan bellas como ella-
Fueron pasando los días, las semanas y los
meses, y cada vez veía cómo las rosas de Tsu-Ling iban desapareciendo entre la
maleza.